mi pie gigante

Mi pie gigante
Vicki tiene 45 años y desde que es una niña su pierna no ha dejado de crecer, como resultado de una terrible enfermedad: la linfedema.
Su pie y su pierna se han extendido desproporcionadamente. Son tan grandes que es difícil comprender que, en realidad, forman parte de un cuerpo humano. Solamente su pierna pesa 45 kilos. Como madre soltera de una niña de ocho años, Vicky lucha por sobrevivir, viviendo por debajo de la línea de la pobreza con una afección médica terrible.
Pasamos un tiempo con esta joven mujer, tratando de entender lo difícil que resulta su vida. Su espíritu y sentido del humor son un indicador de fortaleza en su lucha por vivir la vida plenamente.

Nunca contó con los recursos necesarios para tratarse pero ahora, gracias a la ayuda de Pam Cohen de Lymphax, que le proveerá tratamiento y cuidados gratuitos, Vicki tendrá la oportunidad de comenzar una nueva vida. Reducirán su pierna a base de masajes y utilizando vendas ajustadas y dolorosas, ésta volverá a tener un tamaño normal. Ella ha estado esperando esta oportunidad durante 30 años.

Pero la historia de Vicki se torna aún más fascinante, cuando su antiguo médico revela que anteriormente le habían concedido atención médica gratuita, pero ella se había negado a aceptarla por haberse encariñado con su pierna. Todo parece indicar que ha tenido esta enfermedad durante tanto tiempo, que parece ver a su pierna como una entidad viviente que la separa de la normalidad y la hace sentirse excepcional.

Mientras comienza a hablarle a su pierna más y más, ¿se someterá realmente al tratamiento o sus palabras son solamente falsas promesas?






¿Qué es Linfedema?

Linfedema es el exceso de líquido linfático acumulado en los tejidos del brazo, y se presenta como una inflamación.

El líquido linfático es transparente y circula por los tejidos de todo tu cuerpo.

El sistema linfático, que está compuesto por pequeños ductos, venas y ganglios, colecta dicho líquido y lo deposita en el sistema circulatorio, proceso mediante el cual son transportadas proteínas, grasas y agua. Al mismo tiempo, son removidas las impurezas.

El sistema linfático también produce las células del sistema inmunológico, llamadas linfocitos, que son vitales para combatir a las bacterias.

¿Qué causa el linfedema?
En algunos casos, puede ser consecuencia de procesos quirúrgicos que remueven o dañan los ganglios o venas linfáticas.

La radioterapia también puede afectar el funcionamiento de este delicado sistema de venas, y el resultado puede ser la alteración de venas o la generación de adherencias que bloquean el flujo del líquido linfático, lo cual provoca inflamación.

El padecimiento se puede presentar inmediatamente después del periodo postoperatorio o comenzar inesperadamente varios años después.

¿Cómo se trata el linfedema?
Todavía no existe una cura, pero hay varios recursos para controlarlo.
Lo importante es que dispongas de información acerca del cuidado del líquido linfático para prevenir el aumento de la inflamación y reducir los riesgos de una infección.

La terapia de compresión, monitoreada por profesionales, te ayuda a desinflamar el edema y a mantener el brazo suave y flexible. Además, el ejercicio moderado puede ser incluido como parte de tu programa integral.

Después de una evaluación y con la aprobación de tu terapeuta, es recomendable que utilices una manga de compresión o un vendaje; otra opción es la terapia a base de masajes para acelerar la recuperación.

En algunos casos, la combinación de tratamientos produce mejores resultados.

¿Por qué tengo linfedema?
Ésta es una pregunta frecuente. No hay un claro entendimiento del porqué algunas pacientes desarrollan esta inflamación, ya que hay mujeres que no la padecen aunque estén sometidas a algún tratamiento para combatir el cáncer de mama.

La presencia de la inflamación puede generar en ti sentimientos de frustración, enojo o decepción. En este caso, los grupos de apoyo son una buena opción para que compartas tus sentimientos, sobre todo cuando no puedes hablar con algún familiar cercano o con alguien que haya pasado por esta experiencia.

¿Por qué es importante el tratamiento?
El riesgo de contraer una infección en el brazo es alto para muchas pacientes con linfedema. Esto se debe a que el líquido colectado en el brazo es rico en proteínas y, por lo tanto, se presentan condiciones ideales para el crecimiento de las bacterias. Aunado a ello, el sistema linfático no trabaja con su capacidad defensiva usual, así que no puede eliminar las bacterias y virus.

La asepsia y la buena calidad de vida son fundamentales. Si dejas de tratar el linfedema, tus brazos se pueden inflamar a tal grado, que se obstruye la circulación y pierdes la movilidad del brazo afectado. Es entonces cuando empiezas a sentir molestias y dolor.

¿Cuándo debo llamar al médico?
Si te detectan el linfedema en las primeras etapas, puede ser controlado. Debes contactar a tu cirujano oncólogo desde que se presentan los síntomas de inflamación; no importa que sean leves. Recuerda que en estos casos, cada minuto cuenta.
Sugerencias para mantener sanos tus brazos

Debes mantenerlos siempre limpios. Usa un jabón bajo en PH y lávalos con movimientos suaves.
Mantén la piel humectada, ya que si está seca es más propensa a una infección.
Utiliza guantes para las labores domésticas.
Cuídate de las picaduras de moscos e insectos. También debes usar bloqueador para protegerte del sol.
Evita utilizar uñas postizas, ya que éstas propician el crecimiento de hongos.
Siempre lleva contigo jabón y crema antibacterial. Si tienes una cortada, por pequeña que sea, debes lavarte las manos y utilizar la crema antibacterial.
Evita levantar objetos pesados y realizar ejercicios repetitivos porque te pueden provocar una contracción muscular.
El ejercicio es bueno, pero no debes excederte. No inicies una rutina de acondicionamiento físico sin consultar primero a un entrenador.
Trata de no cargar bolsas u objetos en el hombro del brazo lastimado.
En tus visitas al médico, recuerda que no deben sacarte sangre o inyectarte en el brazo afectado.
Viste ropa holgada y cómoda. Trata de no utilizar pulseras o joyas en el brazo lastimado, ya que pueden aumentar la inflamación debido al exceso de presión ejercido en determinadas partes del brazo.
Si viajas en avión, siempre usa una prenda de compresión en el brazo con linfedema. Así evitarás que la presión de la cabina te cause inflamació