Miente, miente, que algo queda.(6 años k)

La investigación que demuele una por una las verdades oficiales. El tren bala, el falso "desendeudamiento" y las obras que no se hacen.

Luego de seis años de política de "desendeudamiento" oficial y de fuertes pagos a los acreedores y a los organismos internacionales de crédito, la deuda externa argentina sigue en los mismos niveles del año 2003, cuando los Kirchner llegaron a la Casa Rosada.
Para no entrar en cesación de pagos, el país se vio obligado, luego de la reestructuración alcanzada en el 2005, a tomar nuevos préstamos para cancelar intereses y refmanciar el capital. lo que incrementó la deuda como una bola de nieve.
Mientras desde los atriles y las tribunas los Kirchner elaboraron discursos combativos contra el Fondo Monetario Internacional y otros organismos de crédito, la realidad marcaba que se "corría a billetazos" a estas entidades, pagando todo lo adeudado, con el objetivo final de que los funcionarios de estas entidades ya no pudieran monitorear más el desarrollo económico interno de la Argentina.
Este cese en las auditorías por parte del Fondo fue muy caro en términos financieros para el país, ya que pasamos de una tasa blanda, menor al 5 _ anual, a una casi feroz del presidente venezolano Hugo Chávez, quien nos cobró intereses tres veces más altos que los demonizados "chupasangres" de la entidad con sede en Washington. En efecto, luego de la crisis que marcó el final del gobierno de Fernando de la Rúa, la Argentina debía 144.000 millones de dólares. Luego de la reestructuración exitosa del ex ministro Roberto Lavagna y de las fuertes erogaciones hacia el exterior aprobadas por el matrimonio presidencial, hacia el 2009, ya se deben 170.000 millones de dólares. Se llegó a esta cifra tras contabilizar la deuda aún latente con el Club de París y con los llamados holdouts, o tenedores que no aceptaron el canje de bonos. Estamos hablando de compromisos que alcanzan nada menos que a dos terceras partes de nuestro PBI anual.


CRISIS ENERGÉTICA[/b]
Un cambio de temperatura puede hacer tambalear nuestro sistema energético. Así pasó en el invierno del 2007 y repitió en el 2008; del mismo modo, la zozobra se hizo notar al comienzo del verano, por el temor al aumento del consumo, esencialmente de los equipos de aire acondicionado. Los especialistas indican que para hacer frente a estas demandas es necesario aumentar en 1.000 kilovatios anuales la producción del país. Para llegar a ese valor es necesario inaugurar una central de tamaño mediano en el mismo período. En los últimos seis años, el Gobierno ha anunciado diferentes programas centrados en dos espacios de la cadena, la generación y el transporte de la energía. ¿Qué pasó con los anuncios? Nada.
Un caso paradigmático es el de Yacyretá:
en la legendaria represa argentina-paraguaya se prometieron dos acciones simultáneas y necesarias. Por un lado, la construcción de la tercera línea de transmisión, que tendrá una extensión de 920 kilómetros y fue adjudicada en dos, tramos, el norte estará a cargo de Iecsa, de Angelo Calcaterra; Litsa, del Grupo Cartellone y la española Isolux; el tramo sur quedó en manos de Intesar, perteneciente a Electroingeniería. La otra materia pendiente en la represa es la elevación de la cota de 78 metros sobre el nivel del mar, en que se encuentra y llegar a los 83 que especifica el proyecto original. Esta diferencia hace que la represa produzca el 60 _ de su capacidad.
Yacyretá genera el14 _ de la energía eléctrica del país. La elevación de la cota implicaría la inundación de más superficie, donde viven cerca de 80.000 personas que deben ser reubicadas para posteriormente realizar las obras de infraestructura necesarias. Aún no se han concretado.


Los MITOS FUNDACIONALES
La ruptura de los Kirchner con el neoliberalismo sólo se produjo en el discurso oficial. El llamado "modelo inclusivo" encuentra a un tercio de la población argentina viviendo en la pobreza o la indigencia. Aunque en los seis años de gobierno K hubo términos de intercambio récord, la mayor presión tributaria de la historia, enormes erogaciones al sector externo y el mayor gasto público que se recuerde, el llamado "modelo de desendeudamiento" nos encuentra con la misma deuda del 2003.
Otro mito es la llamada "reconstrucción del Estado", ya que la seguridad, la educación, la salud o los servicios públicos siguen tan cuestionados como en los noventa. Los carteles nacionales y extranjeros que se llevan la "parte del león" en la venta de cereales y oleaginosas (hasta un 20 o 25 _ de la renta) siguen siendo las grandes beneficiadas de este "modelo". La exportación de granos y subproductos está concentrada en sólo cinco empresas. La principal es la multinacional de origen norteamericano Cargill.


FERROCARRILES
En cuanto a la inversión ferroviaria, la incongruencia entre los anuncios oficiales y la tristísima realidad imperante es casi total. Desde el poder ejecutivo se anunció durante seis años la recuperación casi total de un sistema devastado durante décadas, cuyo golpe fatal se asestó en los pasados años noventa. El ex presidente y el titular del Ministerio de Planificación Federal se comprometieron a restablecer los servicios de larga distancia como el tren Gran Capitán, que une Buenos Aires-Posadas; el viejo troncal Mitre, para llevar pasajeros desde Retiro hasta Rosario, Córdoba, Santiago del Estero y Tucumán; construir el Ferrocarril Transpatagónico Biocéanico, para unir el Atlántico y el Pacifico, entre otras. También se anunció recuperar los talleres ferroviarios de La Plata, Tafí Viejo y los de Junín. Electrificar las ex líneas Roca -entre Constitución y La Plata- y San Martín, en su tramo hacia el conurbano bonaerense. Crear nuevas estaciones Ferroautomotores en La Plata y Mar del Plata, y extender las líneas de subteso Además, para sorpresa de los usuarios, se anunció la construcción de tres Trenes de Alta Velocidad que unirían Buenos Aires con Rosario-Córdoba, Mar del Plata y Mendoza.
Nada de esto se hizo.


TREN BALA
La administración central difundió los proyectos de tres líneas de Alta Velocidad a construirse en el país. Se trata del Tren de Alta Velocidad (TAV), entre Córdoba, Rosario y Buenos Aires; el TAV entre Buenos Aires y Mar del Plata y el Tren de Alta Prestación (TAP) a Mendoza. El TAV entre Córdoba, Rosario y Buenos Aires se anunció en abril del 2006. Tenia un costo estimado en unos 1.500 millones de dólares. Este sistema permitiría recorrer la ruta de 710 kilómetros, que uniría las tres ciudades más pobladas del país en menos de tres horas. La obra del TAV entre Buenos Aires y Mar del Plata contempla la construcción de un nuevo tendido de vías, la electrificación de los 400 kilómetros. Se estima entre 600 y 1.000 millones de dólares el costo de la línea. En julio del 2008 se aprobaron los pliegos de condiciones para la construcción de un TAV Buenos Aires-Mendoza. El presupuesto asignado fue de 8.328.944.000 pesos sin IVA. Pero el sueño del oficialismo duró poco. "No tiene financiamiento", dijo resignado Ricardo Jaime en abril de este año sobre el destino del famoso tren bala.

NÚMEROS MÁGICOS
Por obra y gracia del INDEC, la Argentina exhibe las mejores cifras de pobreza de nuestra región. Según el organismo que monitorea el secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, se logró alcanzar niveles similares a los de la Unión Europea (UE), que cuenta con un 16 _ de su población en situación de pobreza. Para el INDEC, esa tasa se ubicó en el 15,3_ al terminar el 2008, y la de indigencia en el 4,4_.
Una vez más, estamos entre las grandes potencias del mundo. Siguiendo la versión oficial de esta historia, sobre una población de 40 millones de habitantes, el 15,3 por ciento significa que más de 6 millones de argentinos son pobres y que, de ellos, 1.600.000 son indigentes. ¿Cómo se logra semejante maravilla estadística? Muy simple. Alcanza con alterar los datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) , ya que la canasta básica de alimentos que mide el kirchnerismo es menor a 500 pesos, tras seis años de gobierno, mientras que la canasta ampliada que agrega indumentaria y servicios, no traspasa el límite de 1.000 pesos mensuales. Sin embargo, prácticamente todos los estudios privados desestiman la lógica gubernamental. Para el Instituto pare.
el Desarrollo Social Argentino existen en el país más de 11 millones de pobres y más de 3 millones de indigentes, un tercio de la población.


CAMINOS y PROMESAS
Otra de las frases en la retórica presidencial fue transformar a la Patagonia para que deje de ser el "patio trasero de la patria". Si se piensa en términos de recursos financieros el balance será positivo: la región y la provincia de Santa Cruz en particular contaron el mayor volumen de partidas para obras viales de la historia; si se piensa en lo concretado el balance no es positivo. Un párrafo aparte merecen los costos en la región donde las
licitaciones son adjudicadas a empresarios cercanos al poder como Lázaro Báez.
En Comodoro Rivadavia, la tierra del zar del juego Cristóbal López, las obras viales también se han tomado su tiempo. La autovía sobre la ruta 3 que vincularía a la capital del petróleo chubutense con Caleta Olivia parece un sueño lejano. "Se inauguró tres veces el primer tramo que va de Comodoro Rivadavia a Rada Tilly; a pesar de que no hay ni señalización ni iluminación", especificó el diputado provincial Fernando Urbano, del ARI. Las otras localidades chubutenses tampoco quedaran huérfanas de promesas. El mandatario patagónico anunció en varias oportunidades las obras de la autovía Trelew - Puerto Madryn. Se asignaron 600 millones de pesos en obras viales que tardaron en llegar. "Fue tapa de 1 diarios cuando se anunció, cuando se licitó y sin embargo la obra nunca comienza", enfatizó el diputado Urbano.


VIVIENDAS
Cuando Néstor Kirchner llegó a la Casa Rosada el país contaba 2.600.000 de hogares deficitarios en el país. Es decir el 26,2 _ de los hogares habitaba vivienda en condiciones inadecuadas o padecía de hacinamiento, es decir, residían más de dos personas por cuarto. El Gobierno anunció la construcción 420.000 viviendas. Las primeras 120.000, correspondientes al Plan Federal 1, avanzaron en un 50_, en tanto las 300.0000 pertenecientes al Plan Federal II, no llegaron ni al 2_. Además, anunciaron planes para inquilinos que no pasaron de anuncio publicitario.
Kirchner detalló que la inversión en viviendas seria de aproximadamente 3.900 millones de pesos y que posibilitaría la creación de 360.000 puestos de trabajo. Parte del Programa era financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Al 31 diciembre del 2007, cuando Kirchner ya había dejado la Casa Rosada, el anuncio no se había cumplido.








Publicado en: Revista Noticias
Edición: Nº 1692 del 30 mayo de 2009