Científicos sugieren que internet puede dar cáncer

Científicos sugieren que internet puede dar cáncer


Después del horno microondas, del celular, de las radiografías, de los maquillajes y de todo que existe en el universo, ahora descubrieron que leer este artículo puede dar cáncer


¡Mentira! Internet aún no da cáncer, pero en lo que dependa de las investigaciones más inútiles del mundo, pronto van a conseguir pruebas que clasifiquen hasta cables de red, módems y monitores como causadores de cáncer.

Todo bien, quizás nunca prueben una cosa de ese tipo, sin embargo, si consideramos el número de estudios contradictorios, podemos notar que la ciencia ha adoptado esa manía fea de encontrar cáncer y problemas donde muchas veces no existen.

Para reír un poco de esa carrera loca por pesquisas desnecesarias, nuestro Erro 404 de hoy va a abordar algunos de los tantos estudios cómicos que nunca fueron presentados por la ciencia. Antes de soltar el verbo, nos gustaría recordar que esta serie de artículos tiene como único objetivo dejar tu día un poco más alegre, de manera que no queremos ofender a nadie que sufra por el motivo de esta enfermedad.

¡Todo da cáncer!

El mundo un día ya fue peor, por lo menos para las mujeres que tenían que pasar horas en la cocina preparando la comida. Todo cambió cuando alguien inventó el horno de microondas, un producto que revolucionó el preparo de las palomitas de maíz y el cocimiento de los fideos instantáneos.



Sin embargo, algunos científicos no quedaron satisfechos con las comidas listas en pocos minutos y tuvieron que insistir en la teoría de que el producto también sería un excelente causador de cáncer. Ya hacen algunas décadas que se ha tratado de probar esa hipótesis, sin embargo, ningún estudio ofreció argumentos o números reales.

Parece que solo hablamos mal de los científicos, pero en el fondo ellos parecen tener un poco de razón. El horno de microondas puede dar cáncer, sí. Puede parece que es contradictorio, pero eso va a suceder si encuentras un horno bien grande, te metes adentro de él cocinando por algunos minutos, y repites eso por algunas veces. Así puedes ayudar a los científicos en la búsqueda de una prueba concreta.

Sin embargo, si no quieres perder tu horno y prefieres evitar una de las peores enfermedades del mundo, quizás dejas esa idea de lado. En el caso de que hayas quedado con miedo del horno de microondas, podemos recomendar algo para evitar el riesgo del cáncer: no lo utilices más, ahí no vas a tener con que preocuparte.

Ayuda la causa, sea cual sea

Así, concluimos que ayudar la ciencia es importante. Por eso, al registrarte en el programa de pruebas para verificar el factor cancerígeno del horno de microondas, debes comunicar a los responsables por el proyecto. Para eso, basta discar de tu teléfono celular y conversar algunas horas con el equipo involucrado en esas pesquisas súper inconcluyentes.

En realidad, la llamada sirve como una prueba para verificar si aguantas ondas cancerígenas de los celulares. Si pasas en esa prueba, estarás apto para la próxima fase en la cual entrarás en una sala con cien celulares prendidos al mismo tiempo. Para obtener resultados precisos, esta segunda etapa será realizada por 365 días consecutivos.



Si después de eso no presentas ninguna señal de cáncer, entonces la pesquisa será declarada como inconcluyente. Ya que, ¿cómo puede haber alguna conclusión si la prueba fue realizada apenas con una persona y por un tiempo tan corto?

Eso es lo que pasa con la gran parte de las pruebas y, generalmente, cuando alguno genera resultados, los científicos informan que habían elegido participantes que fumaban 40 cigarros por día. Con eso la prueba fue considerada, nuevamente, como inconcluyente simplemente porque los participantes pueden haber obtenido la enfermedad por ser un poco exagerados en el tabaco.

Más pruebas con celulares

La ciencia ya hizo una prueba de grandes proporciones con celulares y descubrieron que un iPhone puede ser más peligroso que un asesino, pues mata el propio dueño poco a poco. Y tú creías que solo las drogas mataban, ¿ah? Sin embargo, si un celular ya puede causar tremendo daño, una torre de transmisión puede hacerlo peor.

En estudios recientes los científicos descubrieron que en el caso de que una persona viva por 57 años consecutivos cerca de una torre de celular, ella puede derretir. Sí, no lo leíste mal, los científicos consiguieron realizar esta prueba, pues ya tenían una torre para pruebas desde la década de 50.

Claro, todo el mundo sabe que el teléfono celular fue inventado bien después, sin embargo, científicos crean de todo, entonces no trates de argumentar, pues las torres ya transmitían cáncer antes de que pensaran en teléfonos inalámbricos. ¿No lo crees? Nosotros también no, pero debe ser verdad, ya que, ese estudio está registrado en la Universidad de Greatlie of Alltimes.



Juntamente con esta pesquisa, están archivados diversos documentos que comprueban que el oxigeno, cuando inalado a largo plazo, puede causar la muerte de personas. Tuvimos acceso a parte de ese material y descubrimos que una persona no puede respirar más que 177 años, ya que el riesgo de desarrollar cáncer después de esa fecha es de 98%.

Todo bien, los datos pueden estar un poco equivocados, visto que en ese plazo es más probable que la persona ni tenga más pulmón. Aunque presente excelentes pruebas, este estudio no tuvo gran validad en el ámbito científico, pues descubrieron que los pacientes sometidos a esa prueba comían lechuga y eso puede perjudicar los resultados de la prueba intitulada como “Oxigeno, el cáncer está en el aire”.

La conclusión inconcluyente

Claro, tantas pesquisas fueron útiles para no concluir absolutamente nada. Sin embargo, parece que el futuro reserva algo diferente, más todavía con las pruebas “serias” que serán realizados para verificar los peligros de la tecnología Bluetooth y de las redes inalámbricas.

Para tú que no quieres esperar los resultados, ya podemos adelantar una conclusión: después de 20 años de pruebas van a descubrir algo muy importante, que tanto el Bluetooth como las redes Wi-Fi transmiten datos.



¿Y cáncer? Nadie va a saber si utilizar el Bluetooth aumenta los riesgos de “desarrollar” cáncer. Ya que, en dos décadas existirán decenas de nuevas tecnologías, lo que va a invalidar la pesquisa en cuestión, ya que nadie más va a estar expuesto a los señales de esa tecnología inalámbrica.

De la misma manera que esta cuestión no tendrá respuestas, otros casos como “cáncer versus celular” o “cáncer versus canicas (bolitas)” también permanecerán como incógnitas para siempre.

¡Ahora vamos hablar en serio!

Aunque hasta ahora solo hayamos criticado a la ciencia, tenemos que felicitar a los responsables por tantas pruebas, ya que, si no fueran por esas pesquisas jamás sabríamos que el tabaco puede ser un excelente aliado en el combate al cáncer. Por lo menos fue divulgado aún en 2008, cuando científicos descubrieron un medio de aprovechar un virus, que atacaba el tabaco, para combatir células cancerígenas.



No se sabe en cuantas personas ese tratamiento fue utilizado, sin embargo fue noticiado en julio de 2010 que este mismo virus (conocido como TMV) podría hacer con que el cáncer progresara — esta noticia fue publicada por el sitio PlosOne.org. Aunque sea poco tiempo para obtener resultados concretos, quizás la ciencia se haya equivocado feo y puede ser que muchas personas ahora estén sufriendo por una investigación que quizás ni debiera haber sido iniciada.

Ya que, ¿será que hay sentido pesquisar acerca del cáncer? Es cierto que muchos estudios generaron mejorías fantásticas para los pacientes que sufren con esa enfermedad, que puede surgir en cualquier persona.

Todos saben que el cáncer no tiene escoge edad, clase social o cualquier otro punto. Así, lo importante es tratar de llevar una vida saludable y no practicar paranoias de nunca más utilizar un producto electrónico en la vida.

Inclusive porque radicalismo no lleva a nada, y si por un acaso, los celulares realmente causan cáncer, va a ser difícil conseguir escapar de las ondas de transitan por el mundo. Vamos a esperar que próximas pesquisas sean un poco más conclusivas y traigan más esperanza para la humanidad.