Primera "Postal" desde Mercurio

La primera imagen de Mercurio desde cerca.


Messenger, la primera nave humana que visita el planeta más cercano al Sol, ha obtenido una foto «histórica», afirma la NASA.



La primera imagen de Mercurio tomada desde su órbita.

La NASA ha hecho pública una fotografía que ha calificado de «histórica». Se trata de la primera imagen de la superficie de Mercurio, capturada por la sonda Messenger, que obtiene una nave espacial en órbita sobre el planeta del Sistema Solar más próximo al Sol. No es la única, ya que la sonda ha obtenido más de 300 instantáneas que irá enviando poco a poco a la Tierra.

La primera de las fotografías, en blanco y negro, muestra el árido paisaje gris en el sur de Mercurio en una toma dominada por un cráter de 85 kilómetros de diámetro, llamado Debussy, y causado por el impacto de asteoritos. «Ésta es la primera imagen obtenida desde un artefacto espacial en órbita del primer planeta del sistema solar», han señalado en un comunicado los científicos que dirigen la misión. También puede verse en la imagen otro cráter de unos 24 kilómetros de diámetro, llamado Matabei, al oeste del Debussy, y que se caracteriza por sus «líneas de rayos oscuras poco habituales». Se espera que las imágenes cubran áreas de Mercurio hasta ahora no observadas por el Messenger durante las tres travesías a las cercanías del planeta efectuadas antes de entrar en su órbita.

La sonda Messenger llegó a Mercurio a mediados de marzo después de un viaje de siete años y casi 8.000 millones de kilómetros. Es el primer artefacto humano que orbita el planeta. Sus instrumentos realizarán detallados mapas de su superficie y estudiarán su composición, su campo magnético y su casi inexistente atmósfera.

Messenger ha alcanzado Mercurio tras un complicadísimo viaje en el que ha realizado ocho órbitas completas alrededor de Sol. Las razones para tan compleja ruta son la proximidad del planeta a nuestra estrella y la práctica ausencia de una atmósfera en Mercurio. Para poder insertarse en su órbita, la sonda ha tenido que reducir drásticamente su velocidad y ser «capturada» por la gravedad del planeta antes de que el Sol le atrapara sin remedio.

Cuando acabe su misión, que durará dos días de Mercurio (352 días terrestres), es posible que la sonda termine por estrellarse contra la superficie del planeta que ha ido a estudiar.