La "Teletumba" el ultimo grito para la industria funera

 
Moscú, (EFE)- Un diseñador ruso ha puesto las altas tecnologías al servicio del negocio funerario al inventar un monumento interactivo para cementerios llamado "teletumba", que se abrirá paso en los camposantos de Rusia a partir del año que viene.

Andréi Golovín, de 29 años, diseñó su lapida funeraria en forma de una gran pantalla digitalizada que se instala sobre un pedestal y que, en sintonía con la modernidad, funciona con energía de baterías eléctricas solares.

"Tocando con los dedos distintas partes de la pantalla el visitante de la tumba puede proyectar cualquier información sobre el difunto memorizada por el ordenador, como la biografía, grabaciones de audio y vídeo y fotos", explicó Golovín a la agencia Interfax.

Además, mediante una cámara web y un micrófono incorporados a la "teletumba" los visitantes tendrán la posibilidad de grabar sus propios mensajes a los familiares de la persona enterrada, mientras éstos podrán a su vez limitar el acceso a la memoria del ingenio.

"El sistema deberá ser muy trabajado técnicamente, sólido y resistente a los efectos del clima y el tiempo y protegido de posibles actos de vandalismo", explicó el autor al mostrar a la prensa el espécimen.

Valga decir que el modelo presentado por Golovín se mereció la Gran Medalla de Oro de la 17ª Exposición de tecnologías, artículos y servicios de la industria funeraria "Necrópolis-2009", que acaba de celebrarse en la capital rusa.

Este último grito de la industria funeraria atrajo en seguida la atención de la empresa estatal Ritual, que gestiona los cementerios y crematorios rusos y que asumió la financiación de la futura producción en cadena de las "teletumbas"

"En función de la financiación que tengamos necesitaremos varios meses para ultimar el proyecto", señaló el diseñador, que no comentó el posible precio de la "lápida digital"

Dmitri Korobtsov, el portavoz de Ritual, aseguró a su vez que las primeras "teletumbas" aparecerán el año que viene en los cementerios rusos, donde pueden resultar muy demandadas entre los nuevos ricos, los mafiosos y, como no, los amantes de la informática.