El ex presidente de Racing, ahora millonario empresario petrolero, les pega a Molina, a Caruso y hasta a Pino Solanas. Y dice que se ve otra vez en la Acadé: "Cuando este modelo fracase, sólo quedará el nuestro".

Fuma. Daniel Lalín enciende el primero de los cinco habanos que fuma por día. En su casa de Montoya, en Punta, recibe a Olé y se muestra como siempre: polémico, pirotécnico, visceral. Ex presidente de Racing, que compitió con Molina en las últimas elecciones presidenciales, y ahora empresario petrolero, Lalín habla. Y no deja títere con cabeza.

-¿Ganaste 63 millones de dólares con el petróleo?

-Fue un muy buen año, tuve mucha suerte. Hace tres años que estoy en el tema de minería y petróleo, y a los 61 años, cuando debería mirar para el lado chiquito del embudo, a mí se me hizo grande. Al revés, je. Me gustaría tener una discusión con Pino Solanas (NdeR: diputado nacional por Proyecto Sur) sobre la minería, evidentemente este muchacho no entiende nada. La minería es la gran revolución económica que viene en la Argentina. Pero digamos que los números son engañosos.

-¿En qué engañan?

-Lo que se publicó en algunos diarios son los números de la Bolsa de Hong Kong. Entramos en una operación para quedarnos con una empresa de la Bolsa de Hong Kong, vamos a dirigirla. Si la llevás a números, parecerían esos que se publicaron. Pero en el fondo es un proyecto petrolero por el cual me pagan en acciones.

-¿Te queda tiempo para pensar en Racing?

-Yo me presenté a presidente de Racing porque todavía es una asignatura pendiente que tengo. Sólo el 11% cree en mí. Los demás creen en lo que tenemos ahora. Deben estar todos felices...

-¿Qué calificación le pondrías a esta dirigencia?

-Es demasiado negativa. Lo primero que uno tiene que saber es qué es lo que no sabe. Yo no sé un pepino de petróleo, pero me asesoro por los mejores. Molina debería haber dicho: "Yo de esto no sé nada, ¿cómo hago para asesorarme?".

-La situación de Racing no era para nada sencilla...

-Agarró un club que en estos 40 años nunca estuvo tan bien. Prácticamente no tiene deuda. De los 22 millones de dólares que quedaron de deuda, 7 millones se le debían a la AFIP y otros 7 a Nuevos Clubes Argentinos, que lo arreglás pagándoles en 120 cuotas... Salvo Vélez y Lanús, el club que mejor está económicamente es Racing. Dice Molina: "La situación de Racing es desastrosa". Está loco. La situación es facilísima. Y después comete errores... Mirá, si hay tres candidatos en campaña y los tres dicen que el mejor DT es Llop, ya estamos pensando en un Racing chiquitito, viste.

-¿Cuál sería el técnico de un Racing grande?

-Pekerman, Cappa, Carrasco, Polilla Da Silva. Pero ir de Llop a la payasada de Matthaüs... No tienen idea.

-¿Vos los ayudarías?

-No, no, no, con estos pibes no se puede. Yo arreglé toda la escuela y echaron a la directora porque había estado en la campaña conmigo. Me gasté 200 mil pesos arreglando el predio Tita, ¿vos escuchaste algo de eso? Si yo llego a traer un jugador y anda mal, van a decir "mirá lo que trajo Lalín". A veces me pongo loco porque veo que Recoba, por ejemplo, viene a Danubio. ¡Traelo a Racing! Por lo menos tenés medio gol de tiro libre.

-¿Bajo qué condiciones darías una mano?

-Dame todo el fútbol. Y decime de cuánta plata dispone Racing para el fútbol.

-¿Qué pasaría con Vivas?

-Lo primero que haría es rajarlo.

-¿Por qué?

-Como persona no lo conozco. Como antecedente de DT, lo vi en Argentinos: ¡no puede ser técnico de Racing! Racing no tiene ninguna posibilidad de error, entonces yo no puedo traer a Vivas y mucho menos diciendo que es un proyecto a largo plazo. Para un proyecto a largo plazo traigo a Pekerman. ¿Pero traer a Vivas? En el Buquebús, se me acerca un muchacho y me dice "tenés que darle una mano a Racing".

-¿Qué le contestaste?

-Flaco, estos muchachos no se dejan ayudar. Molina no sabe qué hacer. Muchos lo asimilan a la figura de De la Rúa. Y por otro lado, veo un vivo bárbaro: el vicepresidente (Pablo Podestá).

-¿Ves algo bueno?

-Lo único que hicieron bien fue tratar de aumentar la cantidad de socios. Racing debe tener 1.400.000 pesos por mes que te entren de los socios. Pero también tienen más del doble de la TV. Hoy manejar a Racing es una papita.

-¿Cuánto sacarías si hoy hubiera elecciones?

-Yo sabía que perdía, me presentaba solamente como una cuestión testimonial. Pero no pensé que perdía tan mal, que la gente me tuviera tanta bronca. Pero si este modelo fracasa, el que queda es nuestro modelo: el de un Racing grande. Los que están ahora no entienden nada de fútbol, son amateurs.

-¿En qué lo sostenés?

-Haberle permitido a Caruso hacer lo que hizo es un disparate. Caruso usó a Racing para entrenar gente, para que amigos o representantes de él elijan jugadores para la B Nacional. Usó a Racing. ¡Una cosa de borrachos! Es un tipo bárbaro, divertido, pero para hacer televisión. Cuando fui a entregar la camioneta, me dijo: "A mí nunca me hubieras elegido". Y le dije: "Nunca. Hubiera traído a Cappa". Nos cagábamos de risa.

-¿Por qué creés que los socios no te apoyaron?

-Los socios reempadronados son gente joven y creen que la quiebra fue culpa mía. Que me levanté una mañana después de una noche de joda y dije "vamos a pedir la quiebra de Racing". Fue para salvar al club de una dolorosa situación

-¿Seguís convencido de que el pedido de quiebra era la mejor decisión?

-No era la mejor, era la única. Si no pedía la quiebra, la hacían distintos tipos y el juez no iba a poder pararlas. El juez me ayudó bastante, porque no hizo caminar como diez pedidos de quiebra que tenía Racing.

-¿Supiste quién te tiró el redoblante en la cara?

-Sí, hablé varias veces. Fue el Paraguayo. Y es más, cuando todos los pibes de Racing cayeron en cana, tratamos de salvarlos a todos. Incluso a él. Nunca le pedí disculpas ni le mandé a hacer nada. Porque viste que dicen que soy un Yabrán. Yo sé quién es, por dónde camina, dónde vive... Pero fue producto de la impotencia. La imbécil de la síndico dijo "Racing desapareció". Y era mentira, una estupidez como tantas otras que dijo. Tan burra era... Los abogados saben que lo que hice fue una jugada genial.

-¿En la cancha ahora te tratan bien?

-Voy poco. En un partido me tiraron piedras al auto en el que iba. Y en otro, cuando iba con Miguel Giménez, me reputearon. Pero eso estuvo organizado.

-Antes debía ser más complicado el trato...

-¿Sabés lo que era caminar por la calle? Era cagarme a trompadas todos los días. A veces ganaba yo, y muchas veces perdía.

-¿Todavía te pasa?

-De vez en cuando tengo alguna agarrada. El otro día tuve que correr a un pendejo.

-¿Por?

-Me gritó "chorro (******)". Y lo corrí a los trompazos por la calle Córdoba.

enviado especial.

Fuente: http://www.ole.clarin.com/notas/2010/01/09/futbollocal/02116565.html