Los gemelos del Titanic

Los grandes trasatlánticos Olympic, Titanic y Britannic nacieron en la primera década del siglo XX cuando este tipo de majestuosas embarcaciones dominaba el mundo. Los tres barcos, casi idénticos, tuvieron una existencia extraña y un final trágico. Incluso se llegó a hablar de naves marcadas por la desgracia. Sin embargo tuvieron que pasar más de sesenta años antes de que Jacques Cousteau y su equipo de intrépidos exploradores submarinos desvelaran qué ocurrió el 21 de noviembre de 1916, cuando el barco hospital Britannic explotó misteriosamente y se hundió en menos de una hora, en el canal Kea, en el Mediterráneo oriental. Se esperaba que los restos encontrados por la expedición en diciembre de 1975 pudieran responder a los muchos misterios que rodeaban el naufragio y poder así escribir el capítulo final del Britannic y sus famosos gemelos, los trasatlánticos Olympic y Titanic. Pero el puzle no pudo completarse hasta los años noventa.

La historia de estos colosos del mar comenzó en 1908-1909 en los astilleros Harland & Wolff con la construcción del Olympic y del Titanic por encargo de la naviera White Line Star. Era el inicio de la era de los supertrasatlánticos y la primera vez que se construían simultáneamente y en el mismo astillero dos barcos de este tipo. El Olympic fue el primero en completarse. Se botó en los astilleros de Belfast el 20 de Octubre de 1910. Con 30 metros por encima de su rival más cercano, en esos momentos ostentó con orgullo el título de barco más grande del mundo. En comparación, el Lusitania y el Mauretania, de la compañía rival Cunard, parecían barcos de juguete. Además su interior contaba con un lujo y unas instalaciones nunca vistas hasta el momento.



El Olympic tuvo su primer problema en su quinto viaje, cerca de Southampton. Un buque de guerra, el HMS Hawke, que se le acercó demasiado (probablemente atraído por la turbulencia generada por el gran navío) golpeó su casco abriendo un boquete en los camarotes de tercera clase, por lo que tuvo que volver a Belfast para reparaciones, lo que retrasó la botadura del nuevo Titanic. Milagrosamente nadie resultó herido y , tras varios juicios se determinó la culpabilidad del oficial al mando del HMS Hawke.

En enero de 1912 el Olympic sufrió la pérdida de una pala de la hélice de estribor y tuvo que volver al astillero de Belfast para su reparación y, de nuevo, se retrasó la entrega del Titanic. De estos días, marzo de 1912, datan las únicas fotografías de los dos hermanos juntos.



La construcción del Britannic se inició en 1911 también en los astilleros Harland & Wolff, en Belfast, al igual que sus dos predecesores: el RMS Olympic y el RMS Titanic.

Originalmente se iba a llamar Gigantic, pero después de la tragedia del Titanic -de sobra conocida, y donde murieron 1.523 personas-, fue rebautizado, por eso de no tentar al destino. Además se le hicieron varios cambios, como instalar un doble fondo en todo el buque y aumentar los botes salvavidas a más del doble. A modo de curiosidad, mientras el Titanic se estaba hundiendo, el Olympic se encontraba a 750 kilómetros y navegando en su dirección (viajaba desde Nueva York hacia Inglaterra en ese momento) y fue uno de los primeros barcos en recibir las desesperadas llamadas de socorro de su gemelo. Pero estaba demasiado lejos para acudir en su ayuda.

Pero volvamos al Britannic. Su botadura se produjo en febrero de 1914 y la compañía naviera White Star planeaba que este nuevo transatlántico retomara el servicio entre Nueva York y Southampton. Pero jamás llegó a transportar pasajeros. Solo navegó con tropas y heridos. En noviembre de 1915, la White Star tuvo que entregar su tercer transatlántico a la Royal Navy, fue repintado como buque hospital, rebautizado como HMHS Britannic y puesto bajo el mando del capitán Charles Bartlett.



El 21 de noviembre de 1916, cuando el Britannic navegaba frente a las costas de la isla griega de Kea, chocó con una mina alemana. La explosión se produjo a estribor entre las bodegas 2 y 3. Aunque un buque como el Britannic podía navegar con varios compartimentos inundados, el agua no pudo ser contenida porque muchas compuertas herméticas se dañaron y no se pudieron cerrar. Además, numerosos ojos de buey de las cubiertas inferiores estaban abiertos porque las enfermeras mantenían una permanente ventilación del buque. Todo esto permitió que el agua inundara el transatlántico a gran velocidad. Que la mayoría de los ojos de buey estaban abiertos en el momento del hundimiento no se supo hasta que en 1995 Robert Ballard y su equipo (descubridores del Titanic en 1985) bajaran provistos de robots submarinos para inspeccionar los restos. Veinte años antes lo había hecho Cousteau con muchas limitaciones técnicas, que solo le permitieron permanecer cerca del buque unos cinco minutos. Nunca se encontró el ancla de la supuesta mina que hundió el barco (y que a día de hoy es la explicación oficial), lo que alimenta las sospechas de que pudo ser atacado por un submarino alemán.

El caso es que sólo 55 minutos después de, supuestamente, chocar con la mina, el Britannic se hundió. Hubo 1.036 supervivientes (entre ellos 20 heridos en el accidente) y sólo 30 muertos. Una cifra baja, debido a que el buque se dirigía a recoger heridos. La White Star había perdido su segundo transatlántico de lujo. Y otro gigante de los mares se transformaba en leyenda.



El Olympic, que había evitado las desgracias de sus hermanos (se le llamó por ello el "viejo fiable de los mares" no pudo librarse de la leyenda negra. El 15 de mayo de 1934, a su llegada a Nueva York, debido a la niebla existente ese día, chocó con el barco faro Nantucket matando a siete de sus once tripulantes. Eran las primeras víctimas que se podían relacionar con el ya viejo buque (si esceptuamos las de un submarino alemán al que embistió durante la Gran Guerra, lo que es el único caso en la historia en la que un trasatlántico ha hundido un submarino enemigo). El accidente fue el fin del trasatlántico. En 1935, en medio de la gran depresión, las compañías White Star y Cunard, entonces ya fusionadas, decidieron que el viejo barco ya no era rentable. Tras 24 años de servicio y 257 viajes sus rutas finalizaron. Fue vendido por 500.000$ a Sir JohnJervis, miembro del Parlamento británico, que acabó revendiéndolo como chatarra a ThomasWard & Sons Ship Breakers en Jarrow, Escocia.

Las partes del Olympic fueron subastadas inmediatamente antes de que el barco fuera desguazado; muchas de ellas (especialemte las de Primera Clase y la escalera) pueden ser encontradas en el Hotel White Swan, en Alnwick, Inglaterra. Muchas otras partes como los paneles están aún en la fábrica de pintura de Haltwhistle. El resto fue adquirido por gente rica de Gran Bretaña que decoró con ellas parte de sus casas.


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