Consultoría de estrategia digital



Los dispositivos digitales y móviles actuales brindan acceso sin precedentes a información, productos y servicios a través de una variedad de canales digitales. Las empresas necesitan crear una experiencia de marca sin fisuras, proyectando su marca claramente a través de los muchos puntos de contacto, canales y dispositivos que utilizan sus clientes. También necesitan aprovechar los análisis y la gran cantidad de datos disponibles en el negocio y sus alrededores para detectar y dar forma a las oportunidades del mercado por delante de la competencia. Tal estrategia digital es un paso importante para convertirse en una empresa intuitiva.

Sin embargo, muchas organizaciones ejecutan la transformación digital a través de iniciativas independientes, a menudo desarrolladas en silos organizacionales, que dificultan su capacidad de ofrecer una experiencia de cliente multicanal consistente y aprovechar el análisis de datos. Tales organizaciones pueden ser reaccionarias a las necesidades de los clientes, o receptivas en el mejor de los casos. Un acercamiento empresarial a la estrategia digital, por otro lado, puede ayudar a crear una experiencia de cliente, a través de la Consultoría transformación digital, sin fisuras que respalde la marca de una empresa, independientemente de su punto de contacto, canal o dispositivo. También fomenta la transparencia y agilidad necesarias para tomar decisiones informadas para una respuesta rápida a los rápidos cambios del mercado. Estas son las características de una empresa intuitiva, ya que detecta y da forma a los mercados para redefinir continuamente la frontera digital.

Cómo podemos ayudar

La Consultoría transformación digital ayuda a los ejecutivos a comprender, visualizar y articular la estrategia empresarial digital y aplicarla en toda la empresa, utilizando una hoja de ruta que cumpla la promesa de la marca en todos los canales, con una clara responsabilidad y responsabilidad.

¿Qué es una estrategia digital?

Esta pregunta reaparece a medida que las organizaciones completan sus inversiones iniciales en tecnología digital. Gran parte de esa inversión se concentró en la aplicación de nuevas tecnologías a productos, prácticas y procesos existentes. En ese sentido, la estrategia digital se parecía mucho a la estrategia de TI: un proceso de selección de las tecnologías en las que invertiría y hacia dónde irían esas inversiones. Este enfoque de la estrategia da como resultado un plan o en el mundo digital una hoja de ruta. La estrategia digital no es una estrategia de TI, y requiere un enfoque diferente.

Entrar en el móvil, agregar análisis o ampliar la experiencia en línea plantea la pregunta ¿qué sigue? Estas inversiones a menudo cambiaron la forma de interacción, con un cambio limitado en la función. Transformar el negocio con digital, particularmente en el área de marketing, tiene sentido frente a las cambiantes expectativas, opciones e información del consumidor. A medida que las organizaciones se acercan al final de su primer viaje digital y completan su hoja de ruta inicial, la cuestión de la estrategia digital vuelve a unirse a la agenda ejecutiva.

La próxima ronda de configuración de estrategia digital

¿Qué debería ser diferente en la estrategia digital? Esta es la primera pregunta que debe hacerse al volver a tratar este tema. Repetir el pasado no es garantía de éxito, por lo que es importante comprender las instrucciones para la estrategia digital, y es muy útil que reciba ayuda mediante la Consultoría transformación digital. En el nivel más alto, hay dos opciones disponibles.

La primera opción requiere extender la digitalización repitiendo el libro de jugadas digital actual para cubrir nuevas funciones y procesos. Esa es la ruta que tomó la TI ya que automatizó e integró funciones en toda la organización. Comenzando con ERP, la estrategia se repitió para la gestión de las relaciones con los clientes, la cadena de suministro, la fuerza de ventas, el desarrollo de productos y otras funciones. La digitalización de recursos humanos, la gestión financiera y otras funciones proporcionan ejemplos de estrategias basadas en la aplicación de nueva tecnología a la actividad existente.

La actividad de transformación, y por lo tanto el negocio, es la segunda opción para la estrategia digital. Esta fue una promesa inicial de las estrategias digitales de primera generación, pero una que a menudo recaía en los hábitos previos de transformación de TI frente a la organización, la gobernanza y otros obstáculos heredados. Tomar este camino reconoce el trabajo que se ha realizado, pero plantea la pregunta: ¿debería la estrategia digital ser más de lo mismo o puede ser diferente? Es una distinción importante y una pregunta que requiere una respuesta reflexiva.

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