Visita al Ginecólogo.

La mujer que visito el Ginecólogo.


En una emisora de radio de Cuenca, dan un premio de 1000 $ a 5000 $, a la persona que cuente una historia verdadera, que le hubiese sucedido y la hubiese puesto en una situación
embarazosa. Vemos... de las que te dan ganas de tirarte de un quinto piso.
     
        Esta fue la historia que gano los 5000 $:


Tenia consulta con el ginecólogo esa semana, pero quedaron en llamarme para confirmarme el día y la hora de la consulta.
Recibí temprano la llamada de la enfermera del consultorio, informándome que mi consulta era para ese mismo día a las 9:30 de la mañana. Acababa de desayunar y eran las 8:45...
     Entre en pánico, no tenia ni un minuto para perder.
Yo tengo mucho cuidado con mi higiene intima, principalmente si voy al ginecólogo pero esta vez ni siquiera me daba tiempo para darme una ducha.
   Subí las escaleras corriendo, me quite el pijama, agarre una toallita lavada y doblada que estaba encima del borde de la bañera, la desdoble, la moje pasándola después con todo cuidado sobre mis partes para tener la seguridad de que quedaría lo mas limpio posible.
     Tire la toallita en el cesto de ropa sucia, me vestí y volee para el consultorio
Llevaba pocos minutos en la sala de espera cuando me llamaron para hacerme el examen.
    Como ya se el procedimiento, me senté sin ayuda en el borde de la camilla e intente imaginarme muy lejos de allí, en un lugar como el Caribe.

    Me quede muy sorprendida cuando el medico me dijo:

-¡¡¡Oh la la, hoy hizo un esfuerzo extra para estar mas guapa!!! -

   No recibí muy bien el cumplido, pero no respondí.

Me fui a casa tranquila y el resto del día se desenvolvió normalmente: limpie la casa, cocine tuve tiempo de leer una revista, de ver el tomate, etc.
   Después de la escuela mi hija de 6 años me grito desde el baño:

-MAMA!!! ¿¡donde esta mi toallita!?.-

Le grite que saque una limpia del armario.
Cuando respondió juro que lo que me paso por la cabeza desaparecer de la faz de la tierra.
El comentario del medico martilleaba  en mi cabeza y mi hija me dice:


-¡ No mama yo no quiero una toallita del armario, quiero aquella que estaba doblada en
el borde de la bañera.
Fue en esa la que deje todas mis brillantinas, purpurinas y estrellitas doradas!-   8|